La violencia en los vídeo juegos.

(Este post fue publicado el día sábado, 18 de julio de 2015, pero le cambie el nombre al post y no cambio el nombre en el link, asi que solo me quedo reeditarlo ahora sin cambios,)

Estoy en un dialogo con sangre de mi sangre, mi abuelo, y como somos de generaciones muy distintas, no nos conocemos, o más bien la vieja generación siente que su pasado y su realidad ya no existe, por tanto siempre que me he sentado con el y me da cátedras, yo no hablo, escucho y eso cambio, yo no doy cátedras, ni lo haré, pero digo lo que opino, y esta vez lo que cambio cambio es me que escucharon.

Hay mucho que aprendí de escucharle lo que le decía de mí mismo y de mi generación al pasado vivo que me estaba escuchando y que no nos entiende para nada. Por ende no me entiende a mi o se ha formado un imagen de mi cotidiana, pero yo, lo que he vivido ha sido hasta ahora solo silencio, así que siento que fue epifánico, ya que mientras esto ocurría al oír hablándome descubrí cosas que si bien las sabia, como no las había comentado nunca con nadie me hicieron ver cosas que fueron para mí una revelación, algo realmente inaudito, aunque no desconocido.

La conversación partió con la queja de pasado sobre lo mal que esta esta nueva generación, sobre todo los niños por internet y esas cosas…

Eso me llevo a mi pasado que no es el de la nueva generación, pero que tiene elementos comunes, y ahí partí, hablándole de mí.

Partí con un ejemplo, el Pacman, porque lo que al pasado le preocupaba era el nivel de violencia en los juegos, para los niños de hoy, se  mezclo mi historia personal con el de  nuestra generación, así que hablare de aquí en más de nosotros, le explique que de niño/a  no conocí el Internet, el atari llegó cuando empezábamos a ser adolescentes, y le explique que dado la tecnología todo era muy básico, le explique de que se trataba el pacman y el se rió diciéndome que enseñaba ingenio, agilidad mental y destreza motriz, y le explique otros juegos que en el fondo eran lo mismo, mismas finalidades, distintos contextos, logre entretenerlo su buen poco.

Los ejemplos en las imágenes, pero explicándole de que se trataban, con el tiempo los juegos se dividieron en temáticas y después en categorías y que se multiplicaron como pan caliente.

Le hablamos del Moctezuma, del space invaders, y le explicamos que todo eso lo hacíamos en la casa, como no teníamos recursos los pirateábamos y así eso formo una hermandad en base a un interés común con los que hoy son mis hermanos, le comente que llegamos a tener una gran colección y nos los intercambiábamos, y di un giro.

Teníamos la calle, jugábamos a la pinta, la escondida, las naciones, el caballito de bronce, la pelota, la bici, los patines, etc., pero que no nos encerrábamos en la casa solo a jugar y ver tele, por cierto…

Ahí el pasado se quejó de que todo eso había desaparecido y tiro sus críticas sobre los niños de hoy, así que si, el tema de fondo y final era la educación.

Pero seguí, le dije que con el tiempo, las gráficas y el nivel de semejanza con la realidad fue mejorando, salió de las casas y aparecieron los locales públicos traga monedas, y que la violencia en esos locales en los video juegos era más entretenida, quien no mato terminators con una uzi en vez de un joystick, y así así habían muchos más, y claro todas las demás temáticas y categorías, le dije que íbamos a uno especial en el centro, que era un simulador de combate en 3D de Star Wars, que podía jugar en mi casa, pero aquí nos metíamos en la nave y con su comando respectivo.

Pero en ese punto le explique qué jugaras lo que jugaras siempre terminábamos muertos o atrapados, ya sea porque te mataban o porque no podías resolver un puzzle, pero el fin era el mismo, no podías jugar eternamente, llegaba un punto en que nos mataban tanto, aun después de muchos intentos, que dejábamos el juego de lado por un tiempo, hasta que volvíamos para tratar de avanzar lo más posible u olvidarlo por aburrido,

Y di otro giro, el de la calle, he hice la analogía, así como se dividieron los video juegos en generación, temáticas y categorías, nuestra generación en la calle también lo hizo.

Y eran otros juegos, los juegos de la vida.

Nos siguen?..

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Antes de profundizar en eso empaticé con la nueva generación de hoy diciéndole que para nosotros en nuestra pre adolescencia la violencia nunca nos fue ajena, que nos era normal y divertida, la disfrutábamos sanamente, el pasado se quejó nuevamente y critico lo que los niños de hoy jugaban y que más encima no conocían la calle, que eso había desaparecido.

Concorde con el en algunas cosas y centre el tema final y el interés común en la educación.

Pero seguí…

Si la calle ya no es lo que fue para nosotros,  ya no vemos nuestros juegos, y con eso empaticé con el pasado al comprender que nosotros también habíamos perdido parte de una realidad en la actualidad.

Así que salte a la calle, le hable de los grupos que se formaban, de las tribus, clanes, etc, pero que nuestra generación tuvo a pesar de esa división, en los 80, algo en común… las fiestas.

Y le explique algo que el tampoco entendía, le dije, fue gracias a la guerra de las Malvinas en Argentina y la prohibición de la música en inglés, que surgieron tres padres fundadores de la música que hoy, así como en los video juegos se dividió en temáticas, categorías etc. ,etc., hice la analogía, que son Litto Nebbia, Charly y Spinetta.

Y que eso creo algo nuevo y propio en Latinoamérica, música en castellano, que nuestra generación bailo en los 80, de ahí que las fiestas en los 80 eran un hito de reunión y comunión, porque no decirlo, más allá de las obvias divisiones que se iban formando entre nosotros en lo cotidiano

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Le dije algo más para terminar con la ingenuidad de nuestros video juegos, este fenómeno fue mundial y el de la música en otros lados también, aunque solo en algunos continentes se dio con similitud y en otros no tanto o no éxito, supongo, no lo se.

Pero la conclusión hasta ahi era que se creó una identidad generacional, que era una continuación del pasado latinoamericano, le explique cómo Charly refundo el tango, la ópera, etc. que lo mesclo todo, solo para explicarle, que las cosas cambian pero no desaparecen y que teníamos grandes folcloristas como Violeta Parra y Víctor Jara, que dejaron su huella, añadiendo a esta identidad coun latinoamericana su sabor y estela propia, así como en otro lados, pero no profundice en eso pues me desviaría mucho del tema de fondo.

Pase a los clanes e hice el link con las nuevas generaciones, antes le dije existía mucha hipocresía y discriminación, por parte de los colegios y la sociedad en general en contra compañeros que tenían a sus padres separados y que hoy esa hipocresía había desaparecido, puesto que gran parte de los niños de hoy están en esa condición y para ellos al juntarse con sus pares les e cada vez más natural y obvio que no son bichos raros y que no están solos, que no hay nada de que lamentarse o al menos que es algo relativamente común y eso es algo positivo para ellos.

Eso me hizo recordar a mis compañeros discriminados por la sociedad y e ese momento comprendí su situación y después de todo este tiempo entendí la soledad en que vivían y el dolor que vivían, y al acordarme de ellos en ese momento me dio una tremenda tristeza, porque fue una revelación  y casi, la verdad fue un golpe de emoción muy poderoso.

Pero seguí… di un giro y me repuse, y entre sin olvidar el fin de nuestra conversación en tocar una conclusión, sobre esta contradicción.

Por un lado los niños de hoy salieron de una hipocresía y discriminación, que no tengo duda practicaban todos los misericordiosos y caritativos colegios religiosos, o los católicos, o los marianistas etc.,  etc., etc., anda tú a saber si todos, quizás alguno no, pero lo dudo, porque además era una hipocresía social, de la generación de nuestros padres, es decir de la sociedad de ese entonces para ser mas justos y precisos   y ese cambio es sin duda positivo.

El otro lado dialéctico de esta contradicción, está en nuestra generación y todos los caminos, que se formaron a raíz o en analogía con los video juegos, es común, todos hemos tenido problemas, fracasos con nuestros proyectos de pareja, muchos estamos solos, o vivimos aun con nuestros padres, algunos tuvimos hijos otros no, pero el tema común es que encontrar nuestra alma gemela, nuestra media naranja, ha sido un lio, algunos tuvimos la suerte de encontrarla y otros estamos solos, y esto aunque es un lio, también es una liberación, porque ahora entendemos que como generación no estamos solos en esto, aunque ya lo sabíamos ahora tenemos conciencia del tema, no estamos solos.

Y esta contradicción es una unidad dialéctica.

Y es una epifanía tener esta conciencia porque como generación desaparece lo que antes era soledad individual y ayuda también a comprender que si bien tenemos un lio, siempre hay soluciones, entendido el lio, podemos como generación buscar soluciones, asi que sin duda evrething its gona be all right.

Y dentro de este lio hay ciertas verdades que tenemos que decirnos y exponerlas a la luz, porque el problema común que origino todo el entramado de esta unidad dialéctica fue la hipocresía y la discriminación, pero no hable de eso con el pasado porque ese tema es íntimo de nuestra generación, es nuestro problema y es íntimo, así que el pasado tiene el deber de respetar esa intimidad y por lo mismo no les dijimos ni pio sobre los detalles del asunto, solo dije lo obvio

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Así que si bien comprendimos esa situación el tema con el pasado y la preocupación común es la educación de nuestros hijos, frente a la tecnología y el uso de ella.

Asi que di un giro y seguí….

Le explique que la tecnología avanzo tanto que nuestros juegos actuales tienen un carácter extremadamente realista, ya no son juegos para niños, son juegos para adultos y nuestra generación los sigue jugando, y aquí una reflexión que nace en este momento pero que no salio en la conversación, o si salió pero ahora la quiero extender, le dije en todos los juegos que jugábamos terminábamos el juego y éramos nosotros saliendo a la calle, súper piolas y relajados felices, a jugar, pero y esto no se lo dije, los juegos de la vida continuaron y crecimos identificados por la división que nuestros juegos y la modernidad nos dio como parte de nuestra realidad, la diferencia con los video juegos es que nos desprendíamos y cambiábamos de juegos a cada rato, si nos aburrían o nos mataban, o no podíamos resolver un puzle o etc. etc., pero con el tiempo los juegos de la vida nos creó y no formo una identidad dialéctica también, otra unidad dialéctica, de la que no nos hemos ni sabemos cómo desprendérnosla, porque en el fondo todas esas categorías, temáticas, estilos, etc., esa identidad que buscábamos de adolescentes, nos formó y somos lo que somos gracias a ella, pero lo que se perdió en el camino fue la unidad y la comunión en que todas las diversas identidades, perdimos algo… enuncio el tem porque no es parte de la conversación con el pasado, pero lo defino como otra unidad dialéctica, dejémoslo hasta ahí… por ahora.

Lo que si conversamos era eso seguimos jugando y son nuestros video juegos y son juegos de adultos, no son para niños.

Y ahí hice otro giro y seguí…

Los creadores de todas estas fantásticas entretenciones, siguen ahí y van a seguir estando y entienden esto, por lo tanto hay creaciones que están dirigidas especialmente para la mentalidad infantil, es un género nuevo y no lo es, es lo mismo solo que el tiempo paso.

Por ende y para concluir y empatizar con el pasado le dije, es nuestra responsabilidad, la de nuestra generación, como padres y madres, guiar a nuestros hijos a elegir entre la diversa gama de opciones de entretenimiento para niños, porque conocemos y empalizamos con eso .

Pero también es nuestra responsabilidad no imponerles lo que a nosotros nos gusta jugar, ahí ta el tema, la guía implica saber que le apasiona a nuestros hijos y darles la opción de que exploren solitos que les entretiene y que les aburre, no imponerle nuestro gustos, si no conocer los gustos de nuestros hijos y darles opciones propias de su edad. Es guía, no control, ni imposición.

Y es nuestra responsabilidad estemos o no estemos juntos como pareja, o estemos distanciados y no llevemos excelente, o estemos juntos esperando encontrarnos en el futuro como la media naranja o el alma gemela que somos, o estemos solos sin cachar que esa alma gemela esta ahí en algún lado, son los hijos de nuestra generación y como tal es responsabilidad de nuestra generación asumir el rol de guiar, seamos o no seamos los padres genéticos de los críos, incluso asumir el rol si no queremos tener hijos, y yo se que muchos lo hacen y se también que hay padres genéticos que simplemente abandonan ese rol, allá ellos, por eso nace esa responsabilidad generacional, y eso es parte del lio y de su solución, que obviamente va surgiendo espontáneamente, no tenemos que venir a decirles que partan ahora a hacer esto, ya que es por un lado un tema intimo generacional y por otro las soluciones espontaneas ya se formaron hace rato, el único tema que me preocupa es que nuestra generación asuma y acepte sin negar el asunto esta realidad y al tomar conciencia de esto, generacionalmente, todos, pues nos ayudara a resolver el resto de los líos que nuestra generación tiene, pero lo primero es lo primero, nuestros críos.

Aquí profundice demasiado el asunto puesto que con el pasado solo hable de la responsabilidad de la guía y de que no es correcto ni justo imponer, ni controlar.

Empalizamos con el pasado en este final y pedimos disculpas y nos largamos abrumados, pues sin querer, habíamos aprendido algo insospechado y aquí me separo de los temas generacionales, pues dentro de esto está a palabra intimidad, gran palabra, de mucho respeto, un ideal, una utopía, que debe ser cuidado como el fuego sagrado.

Pero remate la huida diciéndole, aquí se funde la ciencia en todo esto, nada se pierde, todo se trasforma y nosotros reflexionando sobre eso, le plantee, quizás la calle no se perdió, ni desapareció, solo cambio de forma y no podemos ver los juegos que en ella hay, esta reflexión nos sirvió a ambos. Si le Meto el principio de incertidumbre, que  escuche por ahí de Ismael Serrano, nos rompemos el coco, así que no lo hicimos.

Y los dejo con una canción que apunta a la solución del lío generacional, pero en voz de un creador de soluciones generacionales, entre otras cosas que son más íntimas y propias de el mismo, pues todos necesitamos, todos, necesitamos, nuestra intimidad, sobre todo fuera del escenario,  un artista de tomo y lomo, un grande mi hermano y el de todos ustedes.

Buenas noches y que lo pasen bonito.