La realidad conceptual que no nos permite concordar.

Cuando pensamos en el mundo real vemos las cosas, están ahí y son tangibles, así que innegablemente son reales, sin embargo todos creamos un constructo imaginario, de ideas y conceptos acerca de las cosas, por lo tanto un mismo objeto, por ejemplo algo simple, una persona vendiendo maní en la calle, o algo más complejo, un edificio de oficinas de la empresa de comunicaciones, implica una explicación del mismo que demanda del ser humano el despliegue de todas las relaciones conceptuales que de la sociedad y el mundo en general este tiene, para reducir ese objeto a algo comprensible.

Fútbol, opio del pueblo.

Cuando era un imberbe pendejo de 8 o 10 años, tenía un par de vecinos que eran adictos al fútbol, hablaban de su equipo con pasión, coleccionaban álbunes, sabían de jugadores, estaban al tanto de las estadísticas y cosas que para mí eran un absoluto misterio, en mi casa jamás existió esa pasión, muy tarde entendí a duras penas las reglas del juego, hasta el día de hoy, el fútbol es algo que me es indiferente.

Sin embargo el fenómeno en sí no lo es, atrás quedaron los días en que los jugadores de por ejemplo equipos universitarios, eran estudiantes de las mismas, en donde todo era artesanal e ingenuo, cuando la camiseta no estaba tapizada de marcas comerciales, y por supuesto no existía el concepto millonario del pase del jugador ni estos ganaban las estratosféricas sumas que hoy se ventilan comúnmente.

Hoy a 40 años del Golpe de Estado en Chile.

Bueno, me tocó reordenar el inicio del Blog  un 11 de septiembre, justo en la conmemoración de los 40 años del golpe en Chile, he vivido esta última semana con muchas actividades producto de lo mismo, vengo llegando para terminar la noche colocando velas en la calle de mi cuadra con mi estimado compañero Guille, las calles vacías, desde muy temprano la gente se guardó y terminó antes de que cayera la noche a sus casas, aun así circulaban autos, en forma medianamente normal para la noche, uno que otro helicóptero y uno que otro tunazo (disparo) a la distancia, yo diría que escuche uno solo, así que la cosa estaba tranquila, al menos por mi barrio.

El Mundo Invisible.

Tock - tock… 

Todo manifiesto pretende adelantarse al futuro, tirar líneas generales de lo que vendrá, como semilla, contiene en si el germen de su propio fracaso, porque todo final es así mismo un nuevo comienzo, esa es quizás la verdadera trampa de la realidad, en múltiples niveles y aplicado a cualquier cosa, arte, religión, ciencia, lo que sea, no escapa a la suerte de ser continuidad de algo que termina y no lo hace jamás, y si bien estos ejemplos caminan por senderos diferentes, son a su vez, una unidad holística, un gran todo, separados únicamente por la innegable costumbre humana de ordenar y clasificar las cosas en categorías específicas que permitan a su vez ordenar y clasificar bajo una única temática algo, ¿pero qué pasaría si pudiésemos ver la realidad más allá del velo de las categorías? Si pudiésemos ver la verdad de las cosas más allá de su apariencia, que impresión dejaría en nuestra psique sentir al mundo día a día tal cual es…