Tock - tock…
Todo manifiesto pretende adelantarse al futuro, tirar líneas generales de lo que vendrá, como semilla, contiene en si el germen de su propio fracaso, porque todo final es así mismo un nuevo comienzo, esa es quizás la verdadera trampa de la realidad, en múltiples niveles y aplicado a cualquier cosa, arte, religión, ciencia, lo que sea, no escapa a la suerte de ser continuidad de algo que termina y no lo hace jamás, y si bien estos ejemplos caminan por senderos diferentes, son a su vez, una unidad holística, un gran todo, separados únicamente por la innegable costumbre humana de ordenar y clasificar las cosas en categorías específicas que permitan a su vez ordenar y clasificar bajo una única temática algo, ¿pero qué pasaría si pudiésemos ver la realidad más allá del velo de las categorías? Si pudiésemos ver la verdad de las cosas más allá de su apariencia, que impresión dejaría en nuestra psique sentir al mundo día a día tal cual es…
Supongo que todo el mundo hace exactamente eso, ya sea en forma consciente o inconsciente, pero eso es un supuesto, un mero supuesto, como lo es pensar, hasta qué punto somos miles, millones, pensando lo mismo, discutiendo de lo mismo bajo diferentes discursos, diferentes contextos, diferentes palabras e idiomas, pero en el fondo es una sola y misma conversación, las mismas preguntas y quizás, las mismas respuestas, alrededor del fuego en los confines perdidos de nuestros orígenes, el mismo significado, escondido lanzado a la estratosfera, que se dispersa por cirros, cúmulos, estratos, en el presente, dicha al unísono por millones en una conversación de café, en un bar, en un pub, caminando por la calle, mientras se duerme, ¿les suena conocido esto? ¿no?
Y ese imaginado he hipotético dialogo universal con nosotros mismos, en base a lo poco que sabemos dentro de la aparente y frágil objetividad, ni hablar de lo misterioso que es este mundo ni de lo desconocido que es el universo, la conexión, el link con lo cotidiano, siempre ha estado oculto, a la vista todo el tiempo, pero invisible, porque no queremos verlo, o porque hemos adiestrado nuestros sentidos para ignorarlo, se puede fácilmente dejar pasar los días en la limitada esfera de normalidad que da seguridad y cobijo, o transitar en un aparente caos sin forma ni destino, la luz o la oscuridad, el gris, las zonas blandas, la razón, la cordura o la locura, lo absurdo, lo ingenuo, lo intrascendente o lo genial, el equilibrio o pasar de un extremo a otro sin pausa, son opciones, son caminos recorribles, o si se busca encrucijadas inevitables, como la vida y la muerte.
Mi camino es la utopía y la fuerza, mi aliada, el mundo es un lugar extraño, si, el mundo puede asustarnos, puede inmovilizarnos, pero no por eso vamos a perder el sentido del humor y alegrarnos por estar vivos, tener esperanza y soñar un presente y un mañana mejor, para todos, la historia de todos, es simplemente vivir, no existen manuales fiables, ni los habrá, pero podemos confiar en que si habrá una mano amiga, que si existe un hecho palpable, escondido, invisible, hay senderos y no se hicieron solos, hay caminos y puertas a mundos atemporales y paralelos, existe la magia y no somos los únicos, ni los primeros en caminar sobre la huella de alguien más, el prestigio, quizás sea, en no saber o en olvidar, que se yo.
Así que el experimento es este y este es el trato, tratare de no aburrirlos, más que mal el único negocio que siempre tendrá pega segura es la industria del entretenimiento, algunos dirán que la prostitución… como dije antes, el arte, la ciencia, la religión, estarán aquí, también la política, la realidad cotidiana, insana, injusta y asfixiante, así como retazos inconexos de esos mundos invisibles, aquí y allá, quien sabe que saldrá de aquí, no lo se ha ciencia cierta, no me importa el destino, ni nunca lo hará y si hay algo que sí sé a ciencia cierta, es que no soy el único que siente así, y eso me gusta, espero que a ti también.
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