miércoles, 2 de marzo de 2016

Educación Sexual para adultos infantiles

Cuando miro lo que nos enseñaron en la escuela sobre educación sexual, nos enseñaron biología y nos dijeron que teníamos órganos reproductivos, el resto era tabú.

Hoy nos enfrentamos a educar a toda una nueva generación de niños y adolescentes y la pregunta obvia es cómo encarar el tema desde la perspectiva de un niño o niña que no tiene experiencias de la vida.



La primero y fundamental es aclarar estos temas entre los adultos, de forma madura, iluminar conceptos básicos y entender varias cosas, derribando mitos, después nos pondremos de acuerdo en cómo filtramos estos consensos para acceder al contenido fundamental de lo que uno quiere o aspira que tenga un niño en relación a estos temas, desde la perspectiva de la niñez.

El primer y gran mito generacional de los adultos es la monogamia.

El coco Legrand este gran humorista icono nacional, en una de sus rutinas dice, los jóvenes de ahora son monógamos intermitentes y eso es una realidad generacional.

Nos engañamos a nosotros mismos como generación si nos definimos y nos clasificamos a nosotros mismos como monógamos, en estricto rigor y en lo personal mis abuelos por parte de madre y de padre eran monógamos, así mismo mis padres lo son, se conocieron siendo jóvenes se casaron y vivieron o viven toda su vida en pareja única, mis abuelos luego de enviudar nunca tuvieron una nueva pareja, el único abuelo que me queda a vivido 15 años en viudes y nunca a tenido otra pareja, eso encaja plenamente con el concepto de monogamia.

El hecho de que a lo largo de tu vida hayas estado con un solo hombre o mujer durante un tiempo x de tiempo, manteniendo fidelidad y compromiso en la relación, solo te convierte en monógamo si ha sido la única mujer u hombre en tu vida, la estabilidad y duración estable en el tiempo es en sí mismo un factor clave de la monogamia.

Así que si no logras encajarte dentro de esta definición clara y precisa de lo que es la monogamia, mi cuestionamiento es ¿debemos asumir esa etiqueta para nosotros mismos? ¿cabemos nosotros en estricto rigor dentro de la etiqueta de monógamos?

Este es el primer mito a ser destruido, cada cual piense en esto, ¿me he creado una mentira o un error pensando que soy monógamo?

¿Esta falsa concepción este error me está provocando un conflicto a la hora de encontrar una persona que encaje con un ideal que no es la verdad respecto a lo que he vivido y lo que sueño conseguir a futuro, si es que no lo tengo ya?

Primer gran cuestionamiento.

Cada uno vera su vida y tendrá la respuesta.

Segundo gran tema: la experiencia.

Estamos reflexionando con la finalidad de educar a nuestros hijos de la forma en que no lo hicieron con nosotros como generación.

La diferencia entre un adulto y un niño, es la experiencia, primera gran distinción, no podemos abordar estos temas de forma abstracta pero debemos hacerlo con los niños, porque los niños viven en la abstracción, no tienen referencias reales, salvo los modelos a seguir que somos nosotros como adultos, si nosotros no bajamos a su nivel de forma madura y consiente, si no damos pistas e iniciamos procesos pausados y constantes en el tiempo que orienten o expliquen cómo funciona el mundo real, los niños van a buscar respuestas en otros lados y dado lo accesible de la tecnología actual el primer y gran obvio referente al que van acceder es la pornografía.

No tengo que explicar esto, cada uno entiende y vivió la experiencia del tabú sexual y de un modo u otro con todas las limitaciones que teníamos tuvimos acceso a pornografía de un modo u otro y de diversas formas.

El tema con los niños en su abstracción es que en este momento no tienen un único referente, todos los adultos que pueden ser referentes en su vida, han construido su vida con un patrón único, moral, ético, valórico, con errores y aciertos que solo da la experiencia de vida y ante esta realidad, es obvio, porque los niños no son tontos, pueden o están viviendo percibir que los adultos que son su referencia inmediata no encajan en un único perfil de conducta.

Esto cada cual lo medirá e inspeccionara en su justa medida y contexto, porque cada realidad familiar es diferente.

¿Qué es lo que se le debe enseñar a los niños entonces?

Y el tema aquí pasa por un consenso familiar, y por familia me refiero a las diversas modalidades de familia que existen, todas ellas, ya sea a familia sanguínea o la familia extendida que conforman todos los contactos que en nuestra vida consideramos hermanos de vida, ya sea que estos hermanos hayan o asuman en nuestra vida roles de hermana, madre, hermano, padre, etc, etc, etc.

El lazo que distingue un amigo de un conocido y de un hermano es la confianza, la lealtad, la incondicional y la continuidad en el tiempo, pueden pasar años sin ver a alguien y esos cuatro elementos no varían, se mantienen estables, son certezas que uno siente profundamente.

Así que el tema de la educación sexual por necesidad se torna abstracto y se relaciona directamente con la escala de valores personales y familiares.

Pero para hablar de estos valores son los adultos los que deben clarificarse primero, porque solo el adulto puede hablar de escala de valores en base a la experiencia de vida, se puede hablar abstractamente de honestidad, pero la experiencia de vida es la que confirma o no la consecuencia de lo que se dice y son precisamente los que te conocen íntimamente los que te pueden recordar que es cierto y no es tan cierto en el tema.

Y son los íntimos los que tienen la capacidad de hacer esto, sin criticarte, ni juzgarte, porque a pesar de tus errores son incondicionales contigo.

Somos seres humanos y cometemos errores, por experiencia, cada experiencia no es buena ni mala, cada decisión que hemos tomado trae ventajas y desventajas, el punto importante en la acumulación de experiencias, es que uno está más consiente al jugársela con alguna decisión de las ventajas y desventajas y asume un riesgo consiente, no hay bueno ni malo, solo ventajas y desventajas, ese es el factor inevitable e indeterminado del ser humano.

Esa capacidad que solo lo da la madures y la conciencia es algo que los niños no tienen.

Hablamos de confianza, lealtad, honestidad, estos tres factores unidos crean la certeza en todas relaciones que formamos a nuestro alrededor y que consideramos íntimas.

El sexo es una cosa, la intimidad es otra.

Por lo tanto en la educación sexual el tema se aleja de lo biológico, el contenido real de la educación sexual está en la libertad que se den los adultos para hablar abstractamente al nivel que puedan entender y asimilar los niños y adolescentes, para que ellos a pesar de no tener experiencias, tengan la posibilidad de entender la escala de valores que cada adulto referente asumió en su vida y tengan un abanico amplio de opciones para comparar, para que entiendan los riesgos, las ventajas y desventajas que la vida deja a su paso.

Y esto es un proceso gradual, lento, que requiere paciencia y constancia, solides en el tiempo en que el niño necesita guía e información, no se le puede dar una charla de 5 minutos sobre el tema y darse por cumplida la tarea, estamos hablando de educación, de formación, esto es una responsabilidad que dura, el tiempo en que el niño empieza a necesitar experimentar por sí mismo y termina cuando como individuo tiene el derecho a la independencia.

Y la independencia implica respeto y libertad.

Uno cumple un rol de guía, ese rol termina y debe terminarse en algún punto, y debe coincidir gradualmente por parte de todos los referentes que sirvieron de guía en algún momento.

Eso es lo sano.

Así que el proceso de educación debe ser gradual y paciente, constante pero no invasivo ni forzado, debe tornarse como un espacio natural en la vida en que haya momentos en que se hable de estos temas con naturalidad.

Partí con mitos que nos creamos a nuestro alrededor por cómo nos educaron, las mentiras que nos creemos de nosotros mismos por formación o imitación, por costumbre, por valores sociales, que limitan nuestras opciones socialmente hablando, pero en la actualidad todo está cambiando, es hora de que los adultos que están compartiendo esta responsabilidad en la guía de los menores, se sienten a conversar y se entiendan mutuamente, de manera de no chocar por no estar de acuerdo, y disputarse el derecho de imponer una única visión de cómo es la vida por sentirse con el mejor derecho a hacerlo.

Démonos la libertad de que a pesar en no estar de acuerdo en millones de cosas o estar totalmente de acuerdo en millones de cosas, consensuemos que en el rol de guía, ninguno puede imponer nada, solo reconocer la verdad en torno a lo que ha sido la vida de cada uno, y las opiniones que tenemos en torno a temas como la mentira, la deslealtad, la falta de respeto, el controlar, la posesividad, los celos, y los limites de lo que opinamos que es sano y que no,  y sanar en el proceso de dialogo y comunicación entre adultos al niño o niña que llevamos dentro, solucionando y consensuando valores comunes y al momento en que uno diga su verdad en forma de guía al menor, no venga otro adulto y fuera de control y con escandalo interrumpa una conversación formativa, porque uno le está enseñando o metiéndole ideas al niño o niña con los que esa persona está totalmente en desacuerdo.

Eso no puede suceder frente al niño o niña, no es sano, no es maduro, es infantil.

En lo que todos debemos como adultos como mínimo consenso es en asumir la responsabilidad y actuar responsablemente y permitir la diversidad de puntos de vistas dentro de este contexto.

Las discusiones, entre adultos, la naturalidad, paz y tranquilidad con los niños.

El resultado ventajoso de este riesgo consiente es libertad.

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