Después de la elección norteamericana hubo un par de días en que la perplejidad de los grandes conglomerados comunicacionales permitió romper el tejido de la realidad, por un par de días el vacío provocado por la evidente manipulación de los medios que trataron desde un inicio imponer como ganadora a Hillary Clinton, de todas las formas imaginables posibles, en donde el conglomerado de medios al unísono trasmitía noche y día el guión y el relato de una segura ganadora, produjo por un par de días que el mundo pudiera ver la falsedad de los conglomerados y el triunfo de los medios alternativos.
Si porque en definitiva, nadie podía afirmar que Trump pudiese ganar, pero la prensa en vez de informar objetivamente, se dio a proclamar un triunfo.
¿Y cuales son los medios alternativos?, el boca a boca que se produce por internet, de forma caótica y descontrolada, por primera vez en la historia es lo más cercano que existe al vox populis.
¿Y esto es sano?
No mucho, la necesidad de una prensa organizada, objetiva y veraz, es una necesidad humana, no solo es una necesidad social sino que es un derecho humano.