lunes, 1 de diciembre de 2014

Historias en la arena.



Advertencia de spoiler, este texto corresponde al capitulo II, del segundo arco argumental de la novela gráfica The Sandman, de Neil Gaiman, "La casa de muñecas". Dentro de la trama principal no es un spoiler que arruine la lectura de la obra completa.

"Hay historias que se cuentan muchas veces. Algunas se cuentan a los niños, como la del origen de la tribu o sobre lo que se puede o no comer. Historias prácticas. Hay historias que se cuentan las mujeres en la lengua privada que los niños no aprenden y que los viejos saben ignorar. Estas historias no se cuentan a los hombres. Hay historias que los hombres se cuentan por la noche, en sus cabañas, cuentos vulgares, sobre el lagarto que perdió su miembro o sobre el Malabayo, el embaucador que vendió estiércol de mono al rey León, diciéndole que era el alma de la luna. Hay historias que la tribu entera se cuenta en festivales, en fiestas; la de la roca que salto, o de como vino el fuego y mil más. Vulgares, sagradas.


 Historias contadas y oídas muchas veces. Hay una contada solo una vez, el joven aun siente dolor por la circuncisión pero lo soporta con el orgullo de su nueva virilidad. Han andado durante dos días. Cuando vuelva a la tribu será un hombre: habrá oído la historia. Esa noche dormirá en la cabaña delos hombres…

- Basta. Este es el lugar. Dame la leña. Ahora debes encontrar algo y traérmelo. Cuando lo hayas hecho, te contare la historia. Mientras buscas hare fuego. – Pero abuelo ¿Qué debo encontrar? – Lo sabrás cuando lo encuentres, ahora corre. Cae la noche y debo empezar la historia antes de la puesta del sol… 


-¡Ahí! ¡Abuelo lo he encontrado ¡¿ pero que es?

– Dámelo.

El viejo toca el cristal recuerda fugazmente, cuando el hermano de su madre le trajo a este lugar, le hizo buscar un fragmento parecido… y luego empieza la historia. – Este cristal fue parte de una ciudad, si buscas por aquí encontraras otros fragmentos. Está prohibido llevárselos de aquí, te hablare de esa ciudad y como la perdimos… y un día, si vives lo suficiente, traerás a otro aquí y le contaras la historia, porque así ha sido siempre. Cada uno de nosotros la escucha una vez, en este lugar y cada uno la cuenta una vez… si la abuela muerte nos lo permite… Escucha.

Este lugar no era un desierto,  era fértil, con árboles frutales y animales gordos y lentos por todas partes. La caza era fácil. Si cerrabas los ojos y lanzabas tu lanza, encontrarías algo bueno para comer en su extremo. Y en este mismo lugar, donde estamos, había una ciudad. Era de cristal y aunque caminaras todo un día no la podías atravesar. Porque aquí se establecieron los primeros pobladores y eran de nuestra tribu. Es nuestro secreto, nunca se cuenta a los extranjeros. De saberlo, nos matarían. Pero es la verdad. Y en la ciudad gobernaba una reina, se llamaba Nada. Cuando alcanzó los 16 años era la mujer más hermosa que el sol hubiese visto nunca en el cielo. Y gobernaba sabiamente, y bien, y si decía haced esto, se hacía. Pero no tenía marido. Porque cuando las mujeres de la tribu le decían que debía tomar marido, ella se apartaba y preguntaba: - ¿y donde esta ese hombre? Y las mujeres callaban todas.

Un día un extraño llego a la ciudad. Era alto, vestía de negro, y en su capa danzaban llamas, y en sus ojos había estrellas y pozos de agua oscura. Y no dijo nada a nadie. Pero esa noche llego al pie de la torre de la Reina (en esa ciudad las casas llegaban al cielo) y alzo la vista. Y Nada miro por la ventana y le vio abajo, y le robo el corazón. Esa noche la Reina no durmió.

Al llegar el alba ordeno que le trajeran al extraño, pero no lo encontraron en toda la ciudad. La Reina ordeno a los hombres que salieran a buscarle y buscaron por los bosques, montañas y desiertos. Pero no lo encontraron. Y Nada lloro por dentro. Había encontrado a su amor y lo había perdido.

Fue al bosque para encontrar el Rey pájaro. Y le conto su historia.  - Sea hombre o sea Dios. (En ese tiempo los dioses rondaban la tierra, eran de carne y hueso y habitaban la cálida tierra del norte) … lo encontrare para ti Nada. ¿Acaso no somos ambos rey y reina? Y el gran pájaro convoco a todos los pájaros a su trono y les pregunto: - ¿Habéis visto al hombre? Y todos dijeron “no” hasta que pareció no quedar ninguno.

 Pero había un pájaro, un tejedor blanco, tan pequeño que no le veían. “pequeño tejedor” dijo el rey pájaro “¿has visto al hombre?” El pájaro asintió. Lo había visto una noche, bajo la luna. Le había sonreído y le había dado un grano de comer. Luego desapareció. El rey pájaro asintió – “No es u hombre ni dios, sino otra cosa, olvídale Nada. Encuentra un hombre de carne, hueso y piel. Este nunca podrá ser tuyo”. Y Nada bajo la cabeza y se fue del lugar.

Pero el tejedor la siguió, y el tejedor le dijo: - He oído que en la montaña del sol crece un árbol, y que en él, crecen bayas de fuego …  y si un humano se traga una baya, le llevara al lado de su verdadero amor.” – “¿Cómo puedo conseguir una baya de ese árbol?” pregunto Nada… y el pajarito le dijo, “yo te la traeré.”
 El pajarito voló hacia el cielo, tan alto que no se le veía. Mientras Nada esperaba. Espero un día, y al acabar el día vio una mota en el cielo sobre ella. Era el tejedor, pero el corazón del sol lo había tostado  era de un marrón oscuro. En su pico traía una baya del árbol que crece en la montaña del sol. (Y por eso los tejedores son marrones hoy en día)

El tejedor dejo caer la baya en llamas a los pies de Nada. Y la Reina cogió al tejedor y le dijo…  -Por lo que has hecho, nadie en esta tierra te hará daño nunca, pajarito. Y por eso está prohibido comer carne de tejedor, o dañar a un tejedor y por eso dejamos que aniden en nuestros poblados.

Y Nada fue a su habitación y se tragó la baya de fuego que le quemo la garganta. Y cayó en una especie de sueño profundo… y su alma la abandonó y su espíritu se fue andando. Le parecía estar en un mundo oscuro.  Y se le acercaron dos hombres, hermanos, que discutían sobre un sacrificio. Uno había ofrecido carne y el otro fruta. Empezaron a pelear. Al fin un hermano mato al otro y se marchó camino abajo. Ella le dijo al hermano muerto: - ¿Que lugar es este?  - “Es el mundo de los sueños señora”, le contesto. “el señor del sueño y de los sueños, donde gobierna  Kai`ckul, señor de los sueños” “Esa es su casa.”

Fue para la casa y entro en ella. Los guardianes  la dejaron pasar porque sentían en ella la baya ardiente. En la sala del trono vio a Kai`ckul, señor de los sueños, con la cabeza oculta. Le dijo: - ¿Quién eres? ¿Por qué has venido?  - “Busco a un desconocido a quien amo. Las llamas bailan en la oscuridad de su capa y sus ojos son estrellas en pozos profundos. Una noche vino a mi torre y me miro. Pero no dijo nada.”  Entonces Kai`ckul se quitó el yelmo y ella reconoció al desconocido que había visto al pie de su casa en la ciudad de cristal. Y se le partió el corazón, pues había confesado su amor a uno de los eternos, que no son Dioses ni morirán como dioses, y en las estrellas de sus ojos vio que él también la amaba.

El terror la atenazo. Y tosió y tosió hasta que escupió la baya del árbol que crece en la montaña del sol. La tosió al suelo de la sala del trono del señor de los sueños. Y despertó en su habitación. El señor de los sueños estaba junto a ella. – “¿Por qué me buscas?” Le pregunto  - ¿Por qué huyes?”   - “Te busco porque te amo más de lo que un hombre mortal ha sido nunca amado y huyo porque un mortal no puede amar a un eterno. Solo puede resultar desastre… para ti, para mí, para mi pueblo.”

Pero Kai`ckul negó con la cabeza. –“Nadie me ha amado como para buscarme…” “Nunca he visto a otra mujer a la que quisiera para mí. Nos casaremos, Nada, y serás la Reina de mi mundo de sueños… para gobernar los sueños de quienes sueñan conmigo, juntos para siempre sin morir como lo hacen los humanos. Y lo juro por el rubí en mi pecho.”  

Y Nada se asustó de muerte. A pesar de que lo amaba, sabía que no podría funcionar, y no podría afrontar la destrucción de él, ni la suya. El amor no es de los sueños, el amor pertenece al deseo, y el deseo siempre es cruel.

Nada tomo la forma de una gacela y corrió hasta no poder más. Pero el la persiguió como un cazador y mato a la gacela. Ella recobro su forma y corrió hacia el yermo. El la persiguió. Ella subió a una montaña. El también. – “Me quiere como esposa”, pensó ella, “sin mi virginidad no me querrá” y con una roca afilada se desgarro el himen… y derramo sangre de virgen sobre la tierra. Donde cayó, nacieron flores rojas. Y se volvió y Kai`ckul estaba ante ella. - ¿sabes que ya no soy virgen?.... dijo ella esperando que la dejara. – “No soy mortal, te amo como ningún mortal podría amar… ¿Qué me importa tu cuerpo?” y toco su sexo con la mano, y ella se curó. Y el dolor desapareció, y la herida cicatrizo, pero no recupero su himen.
El tomó su mano, la envolvió en su capa oscura y allí, entre llamas y oscuridad hicieron el amor. Pasaron juntos toda esa noche, y toda criatura que soñaba, soñó esa noche con su cara, su cuerpo, el sabor ácido y salado del sudor y la piel de Nada… y toda criatura que soñaba, soñó esa noche con amor.

Al salir esa mañana el sol al verlos juntos, supo que había ocurrido algo prohibido. Y una bola de fuego cayó del sol y quemo la ciudad de cristal, la aniquilo y dejo solo un desierto. Un desierto sembrado con cristales como este. Desde lo alto de la montaña, Nada vio la bola de fuego del sol, vio fundirse su ciudad, vio su tierra quemada y yerma. – “Esto es por lo que hemos hecho”, y le dijo a él, “y aun será peor si me quedo junto a ti.”

Y como hacen los amantes, tomo de la mano del señor de los sueños, su amante. Se abrazó a él, y soltó su mano. Y antes de que él se diera cuenta, Nada se tiró de la montaña y murió, con su cuerpo destrozado contra las rocas. Y la historia también cuenta esto, como me lo conto el hermano de mi madre, y el su padre… a través de incontables generaciones.

Cuando Nada murió, su espíritu despertó en el bosque al límite del reino de la muerte. Y supo que había alguien detrás suyo. Se giró. Y ahí estaba el señor de los sueños. – “Me has hecho daño. Pudiste ser mi Reina, pero escogiste el reino de la abuela muerte. “ Nada bajo la cabeza. – “Una vez más te ofrezco mi amor. Una vez y basta. Y si me rechazas por tercera vez, condenare tu alma al dolor eterno. Te pregunto amada por última vez, ¿serás mi Reina? Contéstame” dijo Kai`ckul a la reina muerta. – “¿Cómo puedo ser tu reina?” pregunto ella, - “por mi culpa mi gente ya no existe y mi ciudad es un yermo… si me quedara junto a ti, cosas peores ocurrirán. Mortales y eternos no se unen, mi amor. Ahora déjame en el reino de la abuela muerte y olvídame.”

Y camino por el camino sin sol hacia el reino de la abuela muerte. Pero el la alcanzo. -“Por favor” le suplico. - “No me lo pidas otra vez. En ese caso, tendré que rechazarte otra vez, y si lo hago, me condenaras al sufrimiento eterno. Déjame señor.”

Pero el señor de los sueños es orgulloso. Y por última vez, le pidió que fuese su esposa. - ¿Qué ocurrió luego?  - Esta es la historia. Es todo lo que hay.  Así me lo conto mi tío, como se la conto su padre, y como tú mismo debes contarla. – Pero… no es una historia de verdad. ¿No termina! … - Dijo que no ¿Qué otra cosa podía decir? Toma. Deja este cristal en alguna parte. Quizás tu hijo, o tu nieto, lo encontrará cuando lo traigas aquí. Para contarle la historia. El fuego se ha apagado, pronto saldrá el sol. Debemos volver con la tribu. Has perdido el prepucio y has oído la historia. Eso te hace un hombre de verdad. Vámonos. La historia se ha acabado y tengo frio en los huesos.

Hay otra versión de la historia. Es la historia que se cuentan las mujeres en su lengua privada, que los niños no aprenden y que los viejos ignoran. Y en esa versión de la historia, quizás las cosas ocurrieron de otro modo, pero, claro, es una historia de mujeres y nunca se cuenta a los hombres."

The Sandman
Segundo arco, capitulo II "La casa de muñecas"
Neil  Gaiman

Puedes descargar la novela gráfica completa en este link.

http://howtoarsenio.blogspot.com.au/2009/06/sandman.html



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