En lo personal tengo problemas con todas las religiones, no me siento a gusto con las instituciones, no tengo fe en los textos sagrados, porque creo que a lo largo de la historia han sido tergiversados y por lo mismo no me reconforta ser parte de una institución que no me conduce a ningún tipo de verdad en mi relación con lo universal, sin embargo lo universal existe y la búsqueda de reconexión con esta fuerza universal creadora es una necesidad espiritual que trasciende las formas institucionales, a las que se somete a la población bajo formas de rituales carentes de sentido, vacíos.
No creo que un ritual pueda ser realizado por miles de personas a la vez y provocar colectivamente una reconexión verdadera con el universal, porque el sentido del ritual ha adoptado con el tiempo una forma material que reemplaza el sentido verdadero y espiritual del mismo, la repetición de un rito en estas condiciones, llenas de ignorancia, crean en el mundo espiritual de quien las realiza cadenas invisibles, ya que el vacío permanece y la reconexión no se realiza ni es permanente, la persona que realiza un ritual en un lugar y en un tiempo determinado, continúa su vida real sin haber logrado armonizar ni llevar consigo en cada acto que realiza en su vida cotidiana la conexión con lo universal, lo que genera dolor, angustia, inseguridad, entre otras cosas.